lunes, 24 de septiembre de 2018

drupa ovalar, del tamaño de una avellana, de color azul negruzco. En el centro blando del tronco hállase a menudo la gruesa larva de un coleóptero (Rhina palmarum), la que consideran los indios como manjar exquisito. Esta palma abunda en las selvas húmedas de Alto Orinoco y del Zulia; y en el Guárico, Apure y Barinas (Jahn, Palmas, 15). «En guaraní la voz mbapora significa cosa linda, hermosura, be- lleza; pero no nos atrevemos a sostener de firme que el nom- bre de nuestra planta venga de esta palabra, a pesar de ser tan perfecta entre ambos la semejanza fonética, y de cuadrar no mal el sentido de aquélla con el aspecto de la mapora» (Ernst). ||–Nombre aplicado a la palma real de Cuba, acli- matada en Venezuela. Véase CHAGUÁRAMO. ||–Oreodoxa acuminata. Palmera de tronco liso, alta de poco más de 20 m, y semejante a la palma real. Las hojuelas tienen un pa- renquima mui delicado, y son lineales, puntiagudas; los es- pádices, cortos, cilíndricos, nacen debajo del coronamiento verde del tronco y se abren poco antes de la floración para dar salida a las blancas flores; fruto esférico. Esta hermosa palmera fue encontrada por Humboldt en el antiguo camino de Las Adjuntas a San Pedro, y por Jahn en Carayaca y San Esteban. La O. Sancona es otra especie: se asemeja en su há- bito exterior a la O. acuminata; pero las hojuelas de aquélla son menos puntiagudas.

MAPORÁL. Sitio poblado de MAPORAS, y nombre geo- gráfico, que se pronuncia también MAMPORAL.

MAPORÍTA. Diminutivo de MAPORA, y nombre geográ- fico. ||Bactris sp. Esp. de pequeña palmera del Zulia.

MAPÓTE. En el Llano es una flecha en forma de porra y sin punta, que se ha usado en las guerras pasadas como ob- jeto incendiario. Véase CIPOTE.



MAPUÁRE. Árbol indeterminado de Coro.

MAPUÉI. Dioscorea trifida. Planta vivaz, sarmentosa, vo- luble, cuya raíz, gruesa y feculenta, blanca o morada, usada como ordinaria verdura en el país, lleva el mismo nombre de mapuéi. «Los mapueyes y ñames son muy semejantes, aun- que de distinta especie.» (Caul., I, 4). Voz ch. y cum. (en gal. mapi) que designa la BATÁTA; en car. nápoi es propiamente el mapuéi. Ref. Cod., 115. ||MORADO MAPUÉI. Color violado como el de la variedad morada de la raíz del mapuéi. –«Sobre una silleta estaba un pañolón morado mapuey, descolorido y roto» (Romero G., Peonía, 256). ||VENADO MAPUÉI. Espe- cie o variedad de ciervo con cuernos peludos. –«El venado mapuey presenta cuernos con candiles no puntiagudos, si- no más bien cortos é hinchados en los estremos» (Ernst, La Exposición, p. 308). Es quizá el ciervo llamado yáka por los antiguos Tamanacos.

MAPURITÁL. Sitio abundante en árboles de MAPURÍTE. Geog.

*  MAPURÍTE. Mephítis sp. pl. Carniceros de la familia de los mustélidos, de cuerpo esbelto, cabeza pequeña, nariz larga y abultada, ojos pequeños, orejas mui cortas y redon- deadas, patas cortas con 5 dedos poco separados, plantas desnudas, uñas corvas, largas, débiles. Fórmula dentaria,



3    1    3    2
 
 3  1  2 1 = 32.


Pelaje espeso, largo, abundante. Color vario, según las especies, desde el gris


hasta el negro brillante; dos listas blancas de anchura va- riable nacen de la frente y corren por el lomo hasta la raíz de la cola, o poco menos, soliendo a veces faltar; cola casi toda blanca o grisácea; orejas con una pequeña mancha blan- ca en el extremo. Mide 40 cm de largo. Para su defensa po- see el animalillo un líquido oleoso, amarillo, segregado por



dos glándulas voluminosas que desembocan en el recto: ese líquido, que el animal puede lanzar lejos de a favor de un músculo especial, es en extremo pestilente, en cuanto que su fetidez se percibe a larga distancia y persiste largo tiempo en los objetos tocados por él. Los mapurites se ali- mentan de gusanos, pájaros, raíces, bayas, etcétera. No se en- cuentra en la región fría. Las especies más conocidas son el
M. Mapurite y el M. suffocans. El nombre vulgar es tomado del car. mapiritu (mapuritu, Caul).; cum. mapurichi; yaba- rana mapirichi; betoye mafutiliki. En Col. existe el nombre mapuro, como si mapurito (forma usada por Gumilla) fuese en realidad un diminutivo. Ref. Gum., II, 312, ed. Cassani, cap 7; Cod., 160. ||–Pez grande con dos listas en el lomo a semejanza del mapurite cuadrúpedo. Río Portuguesa. Es sin duda este pez el citado por Crevaux, que lo observó en el Guaviare: «Le mapourito est un poisson sans écailles, à tête un peu aplatie horizontalement, qui porte six barbillons, dont les deux de la mâchoire supérieure sont aussi longs que le corps» (Voyages, p. 444). ||–Pez chico y delgado, de cabeza chata, con 4 barbillas largas y 2 aletas: es blanco, pintado de negro. Río Orinoco. D. t. MAPURITO ||– Zanthóxylum Chilo- perone. Rutáceas. Árbol frondoso de tronco cubierto de agui- jones que se engruesan en su base cuando crece el árbol y forman entonces crestas rugosas sobre la corteza. Hojas en espiral (1/6), compuestas, imparipinadas, con un raquis co- mún acanalado arriba, largo de 9 a 12 pulgadas, hojuelas 5 a 6 pares, de hasta 5 pulgadas, casi sentadas, elípticas, pun- tiagudas, agudas o no en la base, festoneadas, sembradas de puntos glandulosos traslúcidos; hojuela terminal aovada. In- florescencia indefinida. Fruto arracimado; cajitas dehiscentes, bivalvas, torcidas en la base y contrapuestas en el ápice; se- milla pequeña, elíptica, achatada, negra, lisa. Madera ama- rillenta. Restregadas las hojas, exhalan un olor penetrante, desagradable, y de ahí el nombre vulgar. Crece en los Llanos.



||–Acacia foetida. ÚBEDA, CUJÍ HEDIONDO. La madera de este árbol recientemente cortada, o hecha leña, que es para lo que de ordinario se la aprovecha, despide un olor desagrada- ble que a distancia se percibe. Ref. Cod., 107, 119. ||–Petiveria alliacea. Fitolacáceas. Mata subfruticosa, de tallo recto, poco ramoso, alta de 2 a 4 pies, pubescente; hojas alternas, simples, elípticas u oblongas, cortamente pecioladas, enteras, glandu- losas hacia el pecíolo, con estípulas caducas; flores pequeñas blancas, teñidas a veces de rosado, unilaterales; aquenio cua- drangular, cuya base está acompañada del cáliz mientras que el vértice es grueso y ganchoso. Toda la planta exhala un olor de ajo, y de ahí el nombre vulgar. ||–Roupala mollis. Proteá- ceas. Arbolillo de uno a 3 m de alto. Ramos gruesos, hojas complicadas, pecioladas, coriáceas, anchamente aovadas, ob- tusamente dentadas, pubescentes; racimos erguidos, más lar- gos que las hojas; flores pubescentes, anteras sentadas, ovario biovulado. Crece en Quirorá, montañas de Mérida.

MÁQUE. Esp. de árbol maderable del E. Falcón.

MÁRA. En el E. Anzoátegui, angarillas, árganas, aguaderas.
–«Las veréis [a las campesinas margariteñas] pasar con su ces- ta (mara) en la cabeza, su macuto (mapire) colgando de los hombros, y ocupadas en alguna labor.» Rísquez, Discursos y conferencias, p. 323. No es indispensable usar de ellas un par, y por eso admite bien el singular. Voz chaima.

MÁRA. Cierto árbol maderable Ref. Cod., 119. ||–Bursera sp. –«El árbol llamado mara, a quien los indios Cumana- gotos y Palenques llaman cucheme, y algunos españoles palo de incienso, se da con abundancia en esta provincia, y es un árbol muy alto y grueso, así en el tronco como en sus ramas, que tiene la mayor parte del año desnudas de hojas.» (Caul., I, 5 § 1). ||–Resina extraída de alguna Burserácea,



quizá otra especie que la del E. Anzoátegui, arriba mencio- nada. Hablando Castellanos de la expedición de Federmann y de su tránsito por la región del E. Lara, dice de los indios allí hallados: «Untados todos ellos con resina | O mara que llamamos trementina.» (2 Eleg. I, c. 2º). –«La resina rara, que todavía no se sabe de dónde la sacan los indios Guaybas (Guagibos), Tunebos y Chiricoas, es la que ellos llaman Mara; es de color encendido, no tiene mal olor, aunque es singular, é intenso: yo no sé qué conexión tiene con los ve- nados, que van en pos del que tiene Mara (Gum., I, 307; ed.) ||–Esp. de Ciperácea medicinal del E. Lara. ||–BLANCA. Bursera karsteniana. Árbol de madera resinosa y ligera, de color blanco y de escasa dureza. E. Anzoátegui. Ref. Ernst, La Expos; 216. ||–COLORADA, Bursera heterophylla. Árbol de madera análoga a la de la mara blanca. E. Anzoátegui. D. t.
MARA ROSADA.

*   MARÁCA. Sonajera hecha de un calabazo pequeño y redondo, con algunas semillas de CAPACHO dentro, y pro- visto de un mango, para sonarlo como sistro. Úsase hoi en la música popular, tocando un par de ellas, una mayor que la otra, y acompañando de ordinario el canto; pero en lo an- tiguo fue instrumento sagrado característico en el ritual de los piaches indígenas. –«Al lado del maestro arpista va el cantador, el poeta rural, con sendas maracas en las manos.»
D. Mendoza, El llanero, p. 25. Voz caribe: en cal. malágali, en jinácoto-umawa y aruaco maláka, tam. e ipurucoto ma- raká, guaraní mbaracá, caliña, trío, tupi, maráka, etcétera.
||–Entre ingenieros hidráulicos, «cebolla» que se adapta a las cañerías de un acueducto. ||–Cebolla, reloj de mala calidad.
–«El único caballo que tiraba de la victoria se paraba más que mi reloj de bolsillo (cronómetro maracaibo legítimo)» (J. J. Churión, Sensaciones de un viaje extravagante, 16).
||–NO SER PALO DE MARACAS: no ser persona insignificante.



–«El que hizo llorar al general Páez en Casupo y lo obligó a capitular en Macapo, no es ningún palo de maracas.» (Tosta G., El complot de marzo, 151). ||UNA COSA ES CON MA- RACA Y OTRA COSA CON BANDOLA: la cosa o asunto es mui dis- tinta. ||VOLVERSE FRUTA DE MARACA: dispersarse, huir.

MARACÁNA. Ara severa, según Cherrie. Véase Guaca- maya. Del tupi marakaná con que designan en Brasil el Macrocercus Illigeri, el M. nobilis y el Conurus guyanensis.

*  MARACÁYA. Felis mitis (?). Especie de carnicero de pe- queña talla. –«La ínfima (especie de tigre), que son los más pequeños, se llaman en Caribe maracaya; y en Cumanagoto teepotuo, o tigre sabanero. Éstos son de pinta menuda y son más audazes que los antecedentes.» (Caul., I, 7). En cal. ma- lákaya, en gal., malakaya. El guaraní mbarakaya, y el tupi marakayá designan el F. mitis de los zoólogos.

MARÁCO. Mimosa fastigiata. Leguminosas. ||–Hijo me- nor entre varios de una familia; benjamín. –«Domitila, la rapaza manumisa, instalada sobre el pilón que había echa- do a tierra, prestaba el calor de sus senos tiernos a aquel hermano mío, tan querido, a pesar de arrebatarme, después de siete años cumplidos, mis prerrogativas de maraco.» (Urbaneja A., La piara de Lucifer).

MARAGUARÁI. Bromelia sp. Suerte de planta parásita. Voz cumanagota, aplicada a las cabrillas, que significa:
«como la maya»; pues el sufijo guarai o guarado equiva- le al griego oide y al latín formis. Entiendo que la voz es desusada. Véase MAYA, adelante.

MARAIMARÁI. Hecastophyllum Brownii. Leguminosas. Planta de hojas simples, aovado-elípticas, acuminadas, re-



dondeadas en la base, subacorazonadas, apretadamente pu- bescente en el envés. Crece en Cumaná y florece en setiembre.

MARÁMA. Attalea funifera. Palmera del Brasil que pro- duce una fibra semejante al chiquichique. Voz baniva, ua- requena, carúsana y mandavaca; en puinabe maramño. Véase PIASÁBA.

MARAMARÁL. Monte bajo, zarzal, rastrojera. –«Per- díanse en el monte, bajo los inmóviles bucares, detenién- dose para escuchar como si fuera un sollozo venido de muy lejos el sollozo de algún dolor remoto e ignorado el canto de las soisolas esponjadas en los maramarales.» (Cabrera M., La guerra, 37).

MARÁMO. Copaifera officinalis. COPÁIBO. Us. en Guayana.

MARÁNA. Bálsamo de copaiba. «Ay unos palos que llaman de Aceyte, que arrojan una Resina clara y hermosa, más del- gada que la Trementina de Aveto, que llaman unos Marana, y otros Bálsamo Copai» (Cisn., 23). Us. en Guayana. Marána en tam. (Gilii, II, 78). Marana en ch. es aceite de palo.

MARÁO. Especie de agujón, pez de las costas de Barcelona.

MARÁPA. Fruto del JOBO. –«El jobo, a quien los indios llaman marapa, es una fruta muy olorosa.» (Caul., I, 3). Voz cumanagota. ||–Bebida refrescante confeccionada con JOBAS. –«Su cáscara y médula amarilla encendida es tam- bién dulce, con su punta de agrio; y de ella se proveen los indios para su sustento, cocidas y deshechas en bebida, que dejan curtir, para que se ponga aceda y agria.» (Caul., ib.)



MARAQUEAR. Sacudir, menear un objeto a uno y otro lado. Ver MARACA. ||–MARAQUEAR LAS MUELAS DE SANTA
APOLONIA: jugar a los dados.

MARAQUÉO. Acción de MARAQUEAR, menequeo.

MARAQUÉRO. Tañedor de MARACAS.–«Mientras el ma- raquero inclinaba de un lado la cabeza como queriendo co- jer la cadencia uno de los cantadores se puso en pié.» (Cabrera M., Mimí, 80). –«Amós, el rapaz del ganado, hacía de maraquero» (Urbaneja A., La bruja).

MARAQUÍTA. Dim. de MARACA. ||–Paloma pequeña así llamada por el ruido de castañuelas que hace con las alas al levantar el vuelo. Su canto reza: tu-tu-cú. Véase SARARÍ.

MARAQUITO. Crotalaria anagyroides. QUINCHONCHO
DE MONTE. ||–Benjamín. Dim. de MARÁCO.

MARARÁ. Martinezia elegans. Palmera provista de un ri- zoma horizontalmente extendido del que nace cierto nú- mero de troncos, altos de 6 a 7 m y gruesos de casi 10 cm; tronco anillado, espinoso en los intervalos; hojas de 11/2 m de largo; hojuelas en número de 60 a 80 a cada lado del ra- quis, irregularmente dispuestas, pinadas, cuneiformes, con erosiones irregulares y dos puntas marginales en el extre- mo; inflorescencia axilar, con dos espatas; fruto rojo del grosor de una avellana. Crece en Barinas. ||–Icterus sp. (?). Pájaro pequeño semejante al TURUPIAL que suele hacer sus nidos en las hojas de la palma MARÁCA.

MARARÁI. Martinezia sp. Montañas de Capaya (A. Jahn). Es la voz anterior algo modificada.



MAREMAR. Cassia grandis. CAÑAFLOTA, CAÑAFÍSTOLO
BURRERO. D. t. MARIMARÉ. Car. marímare, cal. y gal. mali- mali, tam. uarimári, etcétera. En tupi arimari (C. brasilia- na). || –Suerte de baile indígena usado en Barcelona y en Guayana. –«Todos los indios de la comarca | Participaron del maremare» (Gorrochotegui, Aramare, I). –«El indio no con- testó nada; y se alejó silbando algunas notas del maremare, canto indígena, lleno de salvaje melancolía, monótono y extraño.» (E. Toro, Por las selvas de Guayana, p. 114).

MARIGUÁCO. Cierto árbol maderable (Cod. 119).

MARÍMA. Mirtáceas. Árbol corpulento del Alto Orinoco.
«Tiene una segunda corteza del grueso de 2 líneas tan es- toposa y unida, que sirve de manta a los indios y con ella hacen vestidos que los preservan de las lluvias» (Cod., 104, 119). –«Mañana estreno la hermosa camisa de corteza de marima, que me regaló un cacique» (J.V. González, Bolívar en Casacoima).

* MARÍMBA. Instrumento músico que consiste en una cuerda de vihuela tendida a lo largo de una varilla o verada de unos 6 palmos: la cuerda suena con la percusión de un palillo y las notas se gradúan con la mayor o menor aber- tura de la boca, que sirve de caja armónica y en la cual se apoya uno de los extremos del instrumento. –«Para las gai- tas tenemos la dulce, la preciosa marimba» (R. Bolívar, Los velorios de mayo). D. t. MARIMA y TARIMBA. Voz africana.

MARÍMBA. Cobarde. Gallo de combate poco esforzado. Ref. Pic., 246.

MARÍPA. Attalea Maripa. Palmera de la Guayana. Voz ga- libi y macusi. Según Im Thurn, los Cacibis de la Guayana



inglesa llaman maripa al cucurito, es decir, a la Maximi- liana regia; y es posible que en esta acepción se tome la voz en Venezuela.

MARÍTA. Árbol indeterminado. Carabobo. Dim. de MARA (?).

MARÚSA. Morral de hilo de COCUIZA o de otra materia.
–«Guardaban lo restante como bastimento en la marusa o morral y hasta en las capoteras de lienzo blanco.» (R. Blanco F., El hombre de hierro, 282). –«Comenzó ayudándole a trasportar la marusa donde se echaba todo lo sonante y otras cosas menudas como hilo y agujas» (Urbaneja A., Mechita, la linda). –«Agarrábase a los soldados, pero éstos la empu- jaban y se metían en el agua, llevando en alto los mausser y la marusa de cápsulas» (Urbaneja A., De cuando era joven).

MARÚTO. Ombligo del recién nacido. Us. en el Alto Llano. Del cum. maruete, ombligo. ||–Verruga, verdugón, roncha, pápula. Aragua. ||–Árbol maderable indeterminado. Coro.

MARVÍ. Esp. de planta tintórea.

MASAGUÁRO. Cichla multifasciata. Crómidos. Pez farin- gognato que ha encontrado el Dr. Ernst en algunas lagunas cerca de Cagua. Cf. MATAGÜARO. ||–Pithecolobium sp. Ár- bol coposo, de madera dura y resistente, propia para cons- trucciones. Sin. Masagüero (?).

MASAGÜERO. Crenicichla macrophthalma. Crómidos. Pez de mar, semicilíndrico, caracterizado por su aleta mui desarrollada en su parte espinosa. ||–Árbol indeterminado de construcción. (Sin. Masaguere, Cod., 119?)



MASAMÁSA. Véase BEJUCO DE AGUA. «Regio collar de abiertas campanillas | la trepadora mazamaza enreda» (Lazo Martí, Silva, I). Es de ordinario masc., refiriéndose a bejuco.

MASARANDÚ. Mimusops elata. Sapotáceas. Árbol de Guayana del cual se extrae caucho. Del tupi masaranduba o maçarandiva.

MASPÁRA. «Árboles de grandes dimensiones: la madera se emplea para rollos de descerezadoras, almas de trapiches y piezas de asientos de maquinarias; es la más indicada pa- ra sustituir al roble americano en la fabricación de duelas de barricas» (Joaquín Espinosa). Maturín, Carabobo.

MATA. «Vasija en que va echando la leche cuando se or- deña; y las hay para otros usos.» Medrano, p. 48, ed. de 1883. Us., en Marac. Véase MATÓN. La voz mate significa en el Perú y Chile vasija de totuma (calabaza americana); y mati, en el quichua ecuatoriano, es plato hecho de esa ca- labaza. Quizá la voz maracaibera es aféresis del azteca teco- mate que significa lo mismo.

MATÁCA. Árbol de Cumaná. –«Este pájaro (el guácharo) se mantiene de la fruta del árbol mataca que abunda en los bosques de los cerros de Caripe, y sólo por la noche va en busca de ella» (Cod., 191).

MATAGUÁRO. Crenicichla Geayi. Pez de río, de color plomizo provisto de una como sierra eréctil sobre el lomo, la cual eriza en caso de alarma. Aragua, lago de Tacarigua.

MATAJÉI. Avispa larga de unos 5 mm. Abdomen en for- ma de lanceta, de base globulosa y armado de aguijón; alas



con vena costal oscura, mui gruesa, manchada de pardo en la extremidad. Color negro con ribetes amarillos en los 4 segmentos abdominales. Hace panales globosos, llenos de una miel espesa y abundante con una sustancia papirácea en los árboles. ||–(Masc). Panal de avispa MATAJÉI. –«Jocundia tan ocasionada a vaciarse en miel y en ponzoña, como ma- tajey caicareño.» (R. Bolívar, Apodos). «Estaban montán- dose en los palos para coger matajeyes.» (Pocaterra, Vidas oscuras, 14) D. t. MATAJÉA (fem). en Lara. ||–«Colmena de barro que hacen las avispas en los árboles» (Pic., 247). Us. en Mér.

MATAMÁTA. Chelys fimbriata. Quelonio de espaldar mui poco abovedado, con placa cervical, doble placa cau- da y tres filas de gibas longitudinales aquilladas; peto sin placas axilares ni costales, boca hendida, nariz prolongada en forma de trompa; cuello largo, cabeza con un lóbulo triangular membranoso sobre cada oído y varias barbillas en el mentón, garganta y cuello; cuello largo, cola con pun- ta córnea, pies con membranas natatorias, los anteriores con 5 dedos, los posteriores con 4. Color castaño encima, amarillo verdoso sucio debajo, con seis fajas longitudina- les negras debajo del cuello. Longitud 130 cm, pudiendo llegar, según Dumeril, a 220. Escóndese en la arena o en el sieno, y entre plantas acuáticas acecha ranas y pececillos, de que se alimenta. Es un animal feísimo y nauseabundo, del que piensa Schomburgk que Hollenbrenghel, con toda su fantástica imaginación, jamás hubiera logrado encontrar tan completo ideal de lo asqueroso y hórrido como el que la na- turaleza ofrece en este reptil. Del tupi matamatá, lo mismo.

MÁTO. Tejus Teguixim. Amélvidos. Lagarto de cola re- dondeada en la base y algo comprimida desde el centro; cuello con piel delgada; escamas del lomo con fajas tras-



versales, las del vientre en figuras pentagonales; incisivos superiores con dos o tres escotaduras y tres puntas o pro- tuberancias; faltan los dientes palatinos; lengua retráctil en la base. Color negro pardusco, mui abigarrado; por su par- te inferior es amarillo rojizo con fajas trasversales negras. Mide 150 cm y aun 200, de los que corresponden a la co- la casi las dos terceras partes. Abunda en las regiones cáli- das del país. «Los negruzcos matos corrían a encuevarse» (Urbaneja A., Tierra del sol). Del cum. mato, lagarto. ||–Mo- lledo, lagarto (del brazo). ||–DE AGUA. Tejus nigropunctatus. Especie de lagarto de gran tamaño.– «La iguana y el mato de agua | se fueron al Orinoco; | la iguana no volvió más, | ni el mato de agua tampoco.» (V. M. Ovalles, El llanero, 161). ||RAÍZ DE MATO. Aristolochia barbata. Mata mui ramosa, alampiñada, de tallo corto, sarmentoso, con raíz a modo de maceta; ramos delgados, largos; hojas acorazonado-oblon- gas, pedatinervias, largas de unas 3 pulgadas; limbo perigo- nial encorvado hacia dentro, embudado por arriba y cuya boca truncada se prolonga de golpe en un labio corto, re- dondo, estrechado en la base, sin apéndice terminal, con una mancha morena en su parte interna y media. La A. bul- bosa de Apure y la A. dictyantha llevan también igual nom- bre vulgar, el cual se refiere al antídoto que en la planta dicen que halla el MATO para combatir y vencer toda ser- piente venenosa. La creencia se encuentra igualmente en la India Oriental, y a esto se debe en parte las aplicaciones medicinales de la raíz, análogas a las de la serpentaria de las boticas. Ref. Cod., 112; Ben., Nº 81. ||LOS MATOS SON RAYADOS Y CAMINAN EMPINADOS: respuesta irónica a alguno que amenaza vanamente matar.

MATÓN. «Tinaja o vasija grande de barro destinada a guar- dar agua,y algunas veces granos, almidón, etcétera.» Medrano,
p. 48, ed. de 1883. Aument. de Mata, q.v.



MAURAJÁGUA. Árbol indeterminado.

MÁURE. «Son a fuer de faxas mujeriles muy curiosas.» (Carv., 168). ||–En Coro vale la voz por pieza de dril fuer- te para pantalones. (Véase Ernst, La Exp., 561). «A otros más honestos un pedazo | De maure cubre partes impu- dentes.» (Castellanos, Eleg. 2ª pte. introducc.)

MAUTÁJE. Conjunto de mautes o ganado poco desarro- llado.– «Todo el ganado grande y mautaje que ramonea por ahí, tiene un jierro largo y ancho, que parece un adobe.» Maldonado, Tierra nuestra, p. 107.

MÁUTE. Becerro de uno a dos años. –«Me dijo que había visto en esos comederos la vaca orúa que se fue con el be- cerro; ya debe cargar un maute» (Pocaterra, Vidas oscuras, 25). –«Ha de llevar cuatro mautes | y dos o tres novillonas.» (Trova popular; en Romero G., Peonía, 172). ||–«Mauta o maute llaman nuestros campesinos el animal que en la lac- tancia ha perdido su madre y se le amamanta en el redil» (Med., 69). –«Las vacas inutilizadas por la edad o por afec- ciones en la ubre, que ya no darán más producto, llámanlas horras. Las reses enfermizas o flacas, mautes D. Mendoza, El llanero, p. 32.

MAVÁCO. Especie de palmera de Guayana.

MAVACÚRE. Strychnos Gubleri, según Planchon. Planta trepadora de Guayana con cuyo jugo espesado preparan el curare los Piaroas. Ref., Cod., 111.

MÁVI. Bambusa arundinacea. Especie de gramínea de Guayana. Escríbese también MÁBI.



MÁYA. Plantas herbáceas, vivaces, del género bromelia, mui abundantes en la región cálida del país. Tienen hojas radicales, arrosetadas, casi rectas, sentadas, lanceoladas, de bordes aguijonosos; bohordo grueso, blanco, pulverulen- to, coronado de un racimo o panoja: perianto campanudo, con 6 divisiones; bayas del tamaño de un huevo de paloma, amarillas, uniloculares, polispermas; semillas lenticulares, lustrosas, negras. Estas frutas son comestibles, vermífugas, y tienen el propio nombre de la planta. Especies principa- les son la B. chrysantha y la B. Pinguin (Malla anthelmin- tica, R. de Gy). –«Con el nombre de ellas (las frutas) denominan los indios a las estrellas que llamamos Cabrillas, por quien de noche se gobiernan, y llaman Madaguaráyo, que quiere decir el semejante a un racimo de Mayas» (Caul., I, 3). –«La fruta que los indios llaman Mada, es abundante, se cría en cualquiera montaña, y durará en acabarse cuatro o cinco meses.» (Ruiz B., Convers., I, 4). –«La maya erige colosal racimo» (Lazo M., Silva criolla, I). Cree Chavero (México al través de los siglos, I, 237) que la voz sea sacada del mayaquiché. ||–Miconia Fothergilla. Melastomácea. Planta que se halla en Galipán, cerca de Caracas.

MAYÁL. Sitio abundante en MAYAS. –«Los Cumanagotos y Goagiros no han encontrado nada mejor con que comparar la bella constelación de los navegantes, que con los dorados racimos de sus mayales.» (A. Rojas, Estudios indígenas, 81). Geog.

MAYUBÍRE. Árbol maderable indeterminado. Crece en Guayana. Ref. Cod., 119.

MAZATO. Sustancia alimenticia líquida preparada con maíz. «Cierto brevaje, que es muy espeso como maçamorra o puches, que en algunas partes de España llaman poleadas



o çahinas; y este maçato es algo acedo, y tiénenlo por muy exçelente brevaje.» (Ov., II, 297, 300). –«Tampoco (ha habido variante alguna) en el masato llamado chicha, muy distinto de la bebida de este nombre, que era un licor embriagante, del cual hacían uso en los festines y holganzas» (T. Febres Cor- dero, Los aborígenes de los Andes venezolanos). Voz chaima, común sin duda en otras lenguas americanas. Antigua orto- grafía, MAÇATO (Ov., l. c., Carv., 430). Sin. CARATO.

MECATÁZO. Acción de lisonjear interesadamente a un magistrado o alto personaje.

*  MECÁTE. Fibra de una especie de COCUIZA, y también la cuerda hecha con aquélla. Del azteca mecatl. ||–HALAR MECATE: adular sistemáticamente a un magistrado. –«No les hacen ningún bien a los pueblos, y todo se les va en ja- larle el mecate a los mandatarios de Caracas, que son otros tales que bien bailan» (Picón F., Fidelia, 148).

MECATEÁR. Linsojear con exceso a un magistrado. –«Me- cateaba Jeremías | aplaudiendo Zebedeo.» (L. Delgado Correa, El mosaico, p. 92).

MECATÉRO. Adulador.

MECÓQUE. Árbol de construcción del Zulia.

MÉNE. «Betún a manera de brea o pez derretida.» (Oviedo, II, 301). «Máne es una goma negra de Tierra Firme, de la que se sirven como de la pez.» (Breton, Dicc. car. fr). –«Minas inagotables de mene o pez mineral hay en las provincias de Mérida y Coro, y sobre todo en la de Maracaibo.» (Cod.) Los yacimientos vecinos al lago de Maracaibo se citan ya en la Descr. de la lag., etcétera. Véase MANÍ. Ref. Cod., 153, 461.



MERECÚRE. Couépia sp. Árbol frondoso y elevado, de tron- co cilíndrico, más o menos recto; hojas pecioladas de hasta 10 cm de largo, estipuladas, elíptico-lanceoladas, enterísimas, de borde ondeado, agudas por ambos cabos, algo aquilladas, coriáceas, lustrosas; raquis y nervios de un blanco amarillento; flores arracimadas, pedunculadas; receptáculo con 5 dientes, amarillo por dentro, amarillento de fuera; 5 pétalos alter- nantes, aterciopelados, blancos, densamente cubiertos de pe- los blancos en la base interna: anteras arriñonadas; pistilo cónico, velludo; fruto oblongo, con la corteza delgada, fria- ble, verdosa, y la carne amarilla, harinosa, de un olor sui ge- neris, comestible; pipa larga de 6 cm ovoidea. Alto Llano. Pero ésta u otra especie no escasea en todos los Llanos.
–«Repleto de sarrapia, merecures | y cacao del Guaviare.»
(Gorrochotegui, Aramare, V. Ref. Carv., 366).

*  MERÉI. Anacardium occidentale. Árbol ramoso, de ho- jas alternas, simples, enteras, coriáceas, lampiñas, trasovadas u ovales, cortamente pecioladas; flores en panojas termina- les; nuez comprimida, semiarriñonada, sostenida por un grueso pedúnculo piriforme, rojo o amarillo, jugoso, algo fibroso, comestible. Madera mui dura y fuerte, rosada, cuyo peso específico es 0,49. El meréi se ha usado contra la dia- betes insípida, en las secuelas de la influenza, en las con- valecencias. El aceite cáustico de la semilla se ha empleado para cauterizar los lepromas. –«El árbol que en la provincia de Cartagena llaman Merey, y en la de Casanare Caracoli, todo es útil.» Gum., I. 308. –«Dase también en muchas partes de esta provincia el árbol silvestre que los españoles llaman merei: en la isla de Puerto Rico paují, de quien toma el nom- bre su fruta.» Caul., I, 3. –«Desprende el merey sabrosa al- mendra.» (Lazo M., Silva). –«Exhiben sus colores sazonados
| áureos racimos y mereyes rojos.» (Id., Veguera). –Voz carí-
naca y puinave: en car. bórai, en gal. Mué, en ar. márehi.



Caulín, con todo, da a entender que no es voz indígena. Armas la deriva del arábigo. Sin. PAUGÍ. Ref. Carv., 367; Caul., I, 3; Gros., 404.

MEREYÁL. Sitio abundante en MEREYES.

*  MICO. Hapale argentata. Mono platirrino, cuyo géne- ro se distingue por tener dedos con uñas, excepto el gordo del pie, que es oponible, cola no prehensil, cerebro liso; den- tadura: 2.1. (3.2) = 32; es decir, 4 dientes menos que los de- más monos, pues carece de muelas del juicio. El MICO tiene las orejas grandes, membranosas, desnudas, y la cola más lar- ga que el cuerpo. Pelaje largo y sedoso, blanco-plateado; pelo de la cabeza y espalda poco desarrollado, cola de un negro mate, cara casi desnuda, color de carne; ojos negros. Longitud: 42 a 45 cm, (incl. 25 de cola). Es mui raro. –El
H. Penicillata, llamado TITÍ, tiene en la frente una mancha redonda; ojos grandes, orejas con un moño o mechón. Pelaje rojizo gris. Cabeza y cuerpo oscuros, manos y pies de un pardo claro u oscuro; cola con anillos blancos y gri- ses alternativos. Vive en manadas y come frutas e insectos. Ver MACÁCO. ||–Dos pequeños monos del género Cebus llevan el nombre de mico. La forma de su cuerpo es regular y su cola está del todo cubierta de pelo. El C. fatuellus se distingue en una especie de moño bicorne que forman los pelos erizados de la cabeza; carácter vivo, alegre, afable. Casi siempre andan en los bosques acompañados de otros monos del género Ateles. El C. Apella es la otra especie. Ambas son del Orinoco. Sobre la voz dice Martius: «Fué adoptada por los Brasileños, y oída en las Antillas por los primeros europeos; en caribe mecu (Breton, p. 367); entre otros el Cebus xanthocephalus Spix» (Beitr., II, 461). En cal. y gal. meku, igual cosa. ||–«Niño de pecho» (Carv., 350). Voz ch.y cum.



MICÚI. Tauschia Jahnii. Umbelíferas. «Planta andina de tallos y ramos fistulosos, estriados, hojas pinatisectas, gla- bras, y flores amarillentas y dispuestas en umbelas senci- llas.» Pittier, 229. –«Especie de encurtido por raíces: micuyes y rubas en la tierra fría.» Salas, Tierra-Firme, 182.

MICHIRÚI. Yerba comestible de Mérida. –«Los mucu- chíes, además de las papas, rubas y otros tubérculos, aplica- ban a su sustento la yerba denominada por ellos michiruy» (Salas, Tierra Firme, 182). D. t. MICHURÍ (?).

MIJÁGUA. Fruto del mijaguo, o por mejor decir, el pe- zuelo del fruto. Las mijaguas pueden pasarse, y ser así con- servadas indefinidamente.

MIJAGUÁL. Sitio abundante en MIJAGUOS. Geog. MIJAGUALÍTO. Diminutivo de MIJAGUAL. Geog. MIJAGÜITO. Diminutivo de MIJAGUO. Geog.
MIJÁGUO. Anacardium rhinocarpus. Árbol mui elevado, coposo y corpulento, de hojas enteras, trasovadas, obtusas, acuñadas en la base, dos veces más largas que anchas; paní- culas terminales, su fruto es una nuez reniforme, lateral- mente umbilicada, con un pedúnculo vermiforme, torcido, carnoso, verde primero, negro en definitiva, comestible. Su madera apenas sirve para bongos y canoas, y da buenas ta- blas para cajas y ataúdes. Bajo Llano. D. t. MIJAGÜE. –«El almuerzo iba a efectuarse bajo un soberbio mijagüe.» (Romero G. Peonía, 269).

MIJÁO. Heliconia Bihai. BIJÁO. Us. en Anzoátegui.
–«Otros bajo ligeros techos de hojas de mijao y platanillo,



huían la llovizna.» (B. Vallenilla L., Guerra y fiebre). ||–Rhi- nocarpus excelsa. MIJÁGUO. Us. en Caracas y Táchira. –«A la sombra de un mijao el poeta sueña» (Motivo de soneto por Díaz Rodríguez). –«Entonces Acuareyapa, alto y musculo- so, arrogante el porte, como los mijaos de las montañas hi- zo cara a los soldados» (Urbaneja A., Los abuelos).

MIJÍ. Bideus humilis. Compuestas. Planta baja con flores amarillas, que crece en los páramos de los Andes venezolanos.

MITÓI. Sepulcro, entre los antiguos indígenas de Mérida.
–«Con frecuencia al arar ciertos campos, se descubren estos sepulcros que los indios llaman mitoy, y al lado del cadáver se encuentran unas piedrecitas encarnadas. Hoy cuando descu- bren un mitoy, la laja que lo cubre la utilizan las mujeres para moler cacao, por lo plana y fina.» (J.I. Lares, Etnografía del Estado Mérida, 20). D. t. MINTÓI. (Salas, Tierra Firme, 166; Febres Cordero, Los aborígenes de los Andes venezolanos).

MÓ. Extracto acuoso del tabaco. –«Del jugo del tabaco sa- can el y el chimó, cuyo uso es muy general en las pro- vincias de Mérida, Trujillo y algunas partes de Barinas.» (Cod., 136). La voz consta ya en el diccionario de Terreros. Escríbese también MÓO.

MOCOMÓCO. Philodendron (Montrichardia) arbores- cens. Aráceas. Planta herbácea, de raíz no tuberculosa, que se halla en el Orinoco inferior. Del car. mukúmuku. Entre los Galibis, el mukumuku es asimismo el Caladium arbo- rescens. Sin. RÁBANO, en el Apure y el Guárico. Me pare- ce que no hai aquí relación alguna con el moco-moco de los quichuas. (Ver Cobo, I, 496).



MOCOTÉ. Cassia alata. Sin. MAJÁGUO, arriba. «Costa sur del lago de Maracaibo» (A. Jahn).

MOJÁN. Hechicero, brujo, o, como se expresa Carvajal,
«médico sanctero.» –«Él salió tan buen mohan o físico, que dio a entender a los indios que sus curas eran sobrenatura- les» (Aguado, I, 79). «Me han certificado haber visto a los mohanes o jeques de los indios hablar con el demonio.» (Id., 459). Voz chibcha. «Tienen un género de sacerdote que llaman maihan que los españoles llaman corruptamente mohan, es entre los yndios muy reverenciado como entre no- sotros los clérigos y avn creo que más.» Relac. geográf. de
Tamalameque, 1579, en «Bolet. del Centro de Estudios Americanistas de Sevilla», Nos 23, 24, feb. y mar., 1919.
Sin. PIACHE. Moján es la ortografía de casi todos los anti-
guos cronistas. (Cast., Elog. de Rojas, c.3º; Carv., 351; Cassani, 108; Oviedo y Baños, I, 7, etcétera); pero se pro- nunciaba antes MOJÁN, como decimos hoi, y así lo traen Rivero (Hist., p. 118, 143, 427, etcétera) y Gumilla. (El Or. Ilust., II, 30). Geog.

MOJANÁZO. Maleficio, brujería, sortilegio, mal de ojo.
«Esta superstición aún se encuentra entre el pueblo bajo de las ciudades del Occidente de Venezuela, donde se deno- mina mohanazo la influencia nefasta.» (Salas, Tierra- Firme, 166).

MONTANAYÁRE. Árbol de construcción indeterminado.

MOPÓRA. Attalea maracaybensis. Palmera del aspecto de la YAGUA, oriunda del Zulia. «I como extraña duda la de- vora, | se dirige en silencio a la mopora (U. Pérez, La ven- ganza de Yaurepara).



MOPORITA. Bactris (Euterpe) sp. Palmera del Zulia.

*  MORICHAL. Manantial, o agua corriente que de él pro- cede, donde crecen grupos de palma de MORICHE. «Está si- tuado el pueblo en una dilatada campiña a orillas de una aguada o cabeza de morichal.» (Caul., III, 24, 32). –«Esta acu- mulación de aguas subterráneas es lo que permite explicar có- mo un manantial, llamado morichal, apenas visible, saliendo de un grupo de palmas, toma a medida que corre por aquel te- rreno arenoso, un volumen cada vez más considerable.» (Cod., 18). Voz us. en Guayana, Anzoátegui y Guárico, donde son característicos estos manantiales. ||–Quinta, villa, casa de recreo. Voz usada en Ciudad Bolívar, donde son estos MORICHALES como los HATICOS de Maracaibo.

MORICHALITO. Dim. de MORICHAL. Geog.

*  MORÍCHE. Mauritia flexuosa. Palmera de regular al- tura, de estipe desnudo, que contiene una médula feculenta; frondas largamente pecioladas, flabeliformes; espádices dísticamente ramosos, con espatas parciales incompletas; flores polígamo-dioicas; drupa globosa monosperma, con pulpa escasa, cubierta de una cáscara lustrosa, de color casta- ño, formada de muchas escamas leñosas. Crece en Guayana y en el Alto Llano con profusión. –«El nombre moriche es una corrupción del tupi muriti, y éste se compone de mbur (alimento) e íti (árbol alto); de modo que significa ‘árbol alto del alimento’ o ‘árbol de la vida’. Pan de vida lo llamó el misionero Gumilla» (Ernst.). Sin. MURICHE (Carv., 368, 373). Ref. Cod., 93. ||–Icterus chrysocephalus. Pájaro de pico mediocre, algo arqueado, negro; tarso y uñas prietos; alas hasta la raíz de la cola; cola larga, obtusa. Cuerpo negro, con una especie de caperuza amarilla en la cabeza; tiene dos manchas amarillas en los encuentros de las alas, y es del



mismo color la rabadilla. Habita en Guayana y construye su nido entre las hojas de la palma MORICHE. Canto melodioso, parecido al del GONZALITO. Puede conservarse en jaula cau- tivo. «Revoloteando sobre las ramas | Verdes, flexibles, que alza el temiche, | cantó el moriche.» (Gorrochotegui, Aramare, I). –«En el cercano bosque preludia de repente | un pájaro sus trinos: dolida serenata | de algún moriche insomne, de alguna paraulata | que despertó en el nido, bajo el azul de fiesta.» (Arvelo L., Sones y canciones, 78). ||–Chinchorro fabricado con hilo de moriche. –«Nos tendimos diagonalmente, él en un moriche y yo en una hamaca.» (Romero G., Peonía, 98).
MORIQUÉTE. Especie de ave de Cumaná.
MOROCÓTA. Moneda americana de oro, de valor de 20 dólares, o sean 104 bolívares o pesetas. –«Dos morocotas tiene mi gallo en las espuelas» (Picón F., Fidelia, 289).
–«Nadie es ‘morocota’, claro, para que lo quiera todo el mundo!» (Pocaterra, Tierra del sol amada, 279).
MOROCÓTO. Myletes sp. Pez del Orinoco, de hasta 1,50 m de largo, semejante a la CACHAMA; de ésta no difiere mucho en el tamaño, pero es más chato, de escamas más blancas y sin manchas en el cuerpo. Gumilla escribe morcoto (o. c., I, 318). Sin. en Marac. PÁMPANO. Es el tamba ki de los brasi- leños. Ref. Gilii, I, 76; Cod., 209. ||–Pez fluvial de cuerpo comprimido, escamoso, elíptico; dientes menudos en el bor- de de los labios; labio inferior saliente; radios de las aletas blandos, blanquecinos; pectorales 13; ventrales ca. 9, debajo de las pectorales; anal simétrica con la dorsal (ésta con ca. 17) y ambas paralelas a la caudal; caudal ca. 15, obtusa. Color plomizo, blanquecino en el pecho, con una mancha parda en la mitad de cada costado; iris amarillo. Guárico. El morocó del Alto Orinoco, de escamas grandes y plateadas, es una especie de Anástomus.



MOROJÓI. Preparación de yuca agria, usada por algunas tribus guayanesas del Alto Orinoco para acidular el mañoco y conservarlo largo tiempo. D. t. MURUJÚI. Voz baniva. Moroiúpe en esta lengua es casabe fermentado.

MORÓNTA. Tiphlops reticulata. Especie de serpiente cu- ya extremidad anterior es un poco menos gruesa que la posterior; cola cónica, obtusa; ojos perfectamente distin- tos. Cuerpo negro o pardo o leonado u oliváceo por enci- ma, blanquecino o amarillento por debajo y en la punta del hocico. Hállase en el Llano. Sin. CULEBRA CIEGA.

MÓTE. En el estado Lara es sopa de cambur negro. Voz de origen quichua. Véase MÚTE, adelante.

MUCANÁNA. Pterocarpus Draco. DRAGO. Voz cumanagota, que significa cáscara para caballete, drago. Sin. LAGUNERO (?).

MÚCO. Couroupita guianensis. Mirtáceas. Árbol de Bar- celona. Mucco, dice Carvajal, es «fruta como mamey, muy olorosa y dulce.» (o. c., 367). Cf. MAMEI HEDIONDO.

MUCÚJA. Acrocomia lasiospatha. Palmera de unos 12 m de alto, cuyo tronco, armado de espinas caedizas de 21/2 cm dispuestas en anillos, se infla a media altura; hojas pi- nadas con hojuelas lineares; pedúnculo del espádice armado de largas espinas negras; espata inerme; drupa grande, es- férica, amarilla, de envoltura carnosa comestible. Crece en Guayana y otros lugares cálidos. Su nombre tupi es mocajá o mucajá; en aruaco yauára.

*  MÚCURA. «Múcura es cántaro de los indios, aunque de diferente hechura de los nuestros, porque son de más barri- ga, el cuello más largo, y la boca más pequeña, y sin pico»



(P. Simón). «En seguida redoblaba el molinillo dentro de la hierviente múcura, se servía el espumoso chocolate en los enormes cocos y el sacerdote y Doña Nieves cerraban los pri- meros.» (Picón F., Fidelia, 29). Voz chaima. En tam. y cum. mukra. Ref. Cast., Caul, etcétera.

MUCURÍTA. Dim. de MÚCURA. Geog. (Las Mucuritas).

MUCURUTÚ. Árbol de grandes dimensiones, de madera igual o mui semejante a la del MUCO, «de modo que hay en- tre ellos la misma relación que entre aco y acurutú (Ernst, La Exp., 217). Madera dura, de grano fino y de un hermoso color amarillento. Crece en Guayana y el Zulia.

MUCUTÉNA. Cassia spectabilis. CAÑAFÍSTOLO CIMA- RRÓN, C. MACHO. D. t. MUCUTÉNO.

MÚHUSE. Planta tintórea de Mérida.

MUJÍ. Árbol de Mérida y Táchira. Madera pesada, dura; albura de un amarillento grisáceo, corazón castaño claro, anillos concéntricos anchos, numerosos.

MÚNCE. Véase ISTÚ. Voz usada en el Táchira.

MURÉRE. Bombax sp. Especie de CÉIBA de Barcelona y Maturín. «Madera blanda, de la cual se refiere que siempre se conserva húmeda.» (Ernst, La Exp. 218). Sin. CAMARIÁPA.

MURUMURU. Astrocaryum Murumuru. Especie de pal- mera espinosa de Guayana, cuyo fruto es comestible.

MÚTE. En Barquisimeto es carnero cocido con maíz. «El pan de los indios es el maíz; cómenlo comúnmente cocido



así en grano y caliente, que llaman ellos mote; como co- men los chinos y japoneses el arroz también cocido con su agua caliente.» (Acosta, Hist., I. IV, c. 16). «Con una tasa de mute come la mama y el sute.» Maldonado, Tierra nues- tra, p. 483. Del quichua muti, maíz cocido. Muti (Oviedo).
U.      t. en Col.



N













NABURUCÓNE. Especie de árbol indeterminado. Da trozos de hasta 2 pies por lado, y sólo puede extraerse durante las lluvias.

* NAGUAS. Enaguas. Ref. Cas., II, 139, 148; Ov., I, 134.

NAIBÓA. Casabe aderezado con dulce y queso. Naibóa es nombre indígena de la yuca. D. t. NAIGÓA. Ref. Bachiller, Cuba primitiva, 327. ||–En sentido figurado es una interjección pa- ronímica que vale tanto como «nones», «naranjas!» (nada);
v. g. «Qué te dieron? –Naibóa!».

NAMÚ. Porophyllum ruderale. ANAMÚ. –«El namú circu- laba libremente» (Urbaneja A. Nubes de verano).

NAUAVAPÁNI. Cebus albifrons. Ver MACHÍN, arriba. Fuera del Alto Orinoco, es voz desconocida en el país.



NÁURA. Fruto en cierne del maíz, aún no cuajado el grano.

NAURAR. Comenzar a fructificar el maíz.

NÉCHA. Feuillea scandens. SÉCUA. Voz usada en el Zulia.
D.     t. NÉCHO en Lara.

NÉPE. Salvado del maíz mondado, compuesto de la cás- cara del grano y de los picos o embriones de las semillas.
–«Así se pila para que salga el nepe fino.» (Tosta G., La guerra a muerte, 98).

NÉQUE. Ver HENIQUÉN. Voz usada en la Cordillera. «La cabuya es más gruesa y áspera, y el nequen más suave y delgado: ambos son vocablos desta isla Española.» (Cas., III, 315).

NÍCUA. Ipomoea Bona Nox. Convolvuláceas. Planta en- redadera de tallos muy largos y lampiños; hojas grandes, acorazonado-redondas, mucronadas; pedúnculos del largo del pecíolo; cáliz con sépalos desiguales; corola blanca grande, hipocraterimorfa, con tubo cilíndrico, largo de 3 a 4 pulgadas, y con limbo ancho de 4 a 5 pulgadas; cápsula oblonga que revienta por la base y se abre superiormente en valvas irregulares; semillas lampiñas. –«Era una figurilla de barro que tenía por alma una nicua.» (Urbaneja A., Me- chita, la linda). «Presenció cómo una tarde se encaminó a su rancho con un ramo de nicuas.» (R. Benavides Ponce, Bajo la música de un cuatro). «Los espolones de roca ama- drinada, que sirven de basamento al edificio y de brocal a los escurrideros en la época de las lluvias, están arropados por las nicuas.» (R. Bolívar C., Crónica; junio, 1916). –Sin. BOTÚCO, BUENAS-NOCHES.



* NÍGUA. Pulex penetrans. Insecto parecido a la pulga co- mún, de la que se diferencia en tener blanca la parte poste- rior del cuerpo y la boca armada de una trompa larga. Se halla hasta 2.000 m sobre el mar y la hembra vive parasíti- camente en los mamíferos. Voz taína. D. t. PULGA DE NIGUA. En el Brasil nigoa. Ref., Cas., V, 349; Ov., I, 56; Gum., I, 353; II, 228; ed. ||–Árbol coposo, de 20 a 30 pies de alto, corto de tronco y de ramificación dística; hojas alternas, corta- mente pecioladas, elípticas u ovaladas, puntiagudas, redon- deadas en la base, enteras, ligeramente aserradas, coriáceas, lampiñas, de un verde oscuro encima, más claro debajo, lar- gas de 8 cm, anchas de 5 cm, trinervias, con costilla saliente; pecíolos de 1 cm de largo, con 1 par de púas de 3 a 4 cm a mo- do de estípulas; drupa pequeña, redonda, lisa, blanco-amari- llenta, con el cáliz asalvillado flojamente adherente; semilla de color gris, con dos crestas longitudinales opuestas, envuel- ta en una pulpa blanca, dulce, comestible. Región cálida del
E.      Lara. Sin. CHICA, CANA, en el Guárico. Chica y nigua sig-
nifican la misma cosa, es decir, la pulga de nigua.

NIGUÁS. Véase SIOTE.

NIGUATOSO. Aplícase al sujeto con muchas niguas en- quistadas, en los pies sobre todo. Voz despectiva. –«No se encontraba a su sabor en aquella soledad tan triste y silen- ciosa, acompañada solamente por la cocinera y el niguato- so conchabado.» (Picón F., Fidelia, 216).

NIGÜITA. Acnistus cauliforus (arborescens). Solanáceas. Arbolillo mui ramoso que se eleva a 8, 15 y aun 25 pies, con la corteza cenicienta, agrietada, corchosa; hojas 3-7 policares, oblongas, aguzadas por ambos extremos, alarga- das, enterísimas, agudas, pubescentes y verdosas por arriba, blanco-tomentosas por debajo, pulverulentas y alampiñadas



cuando tiernas; racimos umbelados, axilares; corola campa- nuda, blanco-verdosa; filamentos libres casi hasta la base; haya pisiforme, amarilla, bilocular, polisperma. ||–Tournefor- tia hirsutissima. Borragíneas. Arbusto sarmentoso, pelie- rizado, ramoso, de hojas elípticas, puntiagudas, pecioladas, tri- o quinquepolicares, con nervaduras tri, o sex, o noven- yugas; flores blancas, en espigas contraídas, corimbosas; co- rola de tubo cilíndrico, estriado, cabe la base, triplo de cáliz; drupa subglobosa, peluda, blanca.

NIÓPO. Véase YOPO.

NIQUIBÁO. Planta de hojas olorosas.–«Quemó un viejo moján aromas ricos | de seca y olorosa niquibao (U. Pérez, Guajarima).

NIQUITAO. Baccaris floribunda. Compuestas. «Planta resinosa, aplicable a combustible en Mucuchíes.» Febres C., Hist., p. 145. También se da aquel nombre al Eupato- rium leucomyelum. Cf. CHILCA. Geog.

*  NOPAL. Opuntia Ficus indica. Cactáceas. –«El árbol o más propiamente cardo, que lleva esta fruta nuchtli se llama entre los indios de Calúa mexicanos, nopal.» (Góm., Méx., 78). –«El terreno, llano como de ordinario lo es el de Coro: cubierto de cardones y nopales, tan espesos que a pocos pa- sos, ni aun estando a caballo, puede descubrirse el campo.» (Baralt y Díaz, Resumen de la historia de Venezuela, II, 78).
«Bulle carmín viviente en tus nopales, | que afrenta fuera al múrice de Tiro.» (Bello, Silva). Del azteca nopalli, lo mismo. Voz de poco uso en Venezuela, si no es en lenguaje culto o literario en el habla corriente prefiérese su sinónimo TUNA.



NUPE. Planta fabácea que produce un guisante no co- mestible, y una raíz harinosa, cuya fécula extraen en el E. Portuguesa. D. t. NÚPERA.



Ñ













ÑAJÚ. Cassia shamaecristo. Leguminosas. Planta fruticulosa baja de los valles de Barlovento. Sin. DORMIDERA (Pittier).

*  ÑAME. Rizoma grueso y harinoso producido por varios vegetales pertenecientes al género Dioscórea, que también se designan con el propio nombre, sin admitir artículo en ese caso. Cultívase dondequiera como verdura. Hai dife- rentes especies: D. alata, D. sativa, D. bulbifera, etcétera. La primera es la más común. –«(Tracta de una fructa que se llama names, digo nnames). Name es una fructa extran- gera e no natural de aquestas Indias, la qual se ha traydo a esta nuestra Isla Española e a otras partes destas Yndias; e vino con esta mala casta de negros, e hace fecho muy bien.» (Ov., I, 286). La doble n equivalía, en el antiguo español, a nuestra actual ñ. D. t. ÑAME DE GUINEA; YAME (Carv., 190) es anticuado. Voz introducida en Venezuela con la planta misma.



Littré, sin embargo, la refiere al calina namuin registrada por Breton. ||–Término despectivo aplicado a un pie grande.
||–DE MATA. D. tuberculifera. Esp. de ñame que produce tu- bérculos comestibles aéreos y no subterráneos. ||–ISLEÑO. Artocarpus integrifolia. Nombre algo extravagante dado a un árbol congénere del árbol de pan, traído como éste a América de las islas Molucas. El fruto es semejante al del árbol del pan en su forma exterior; pero las semillas están dispuestas en torno al eje central y tienen otra consisten- cia, aunque son igualmente comestibles y agradables.

ÑANGARAGATO. Ver CHANGARAGATO.

*  ÑAPA. Adehala. «Gaje o regalía, premio o percana que dan los venteros a los que han comprado algo» (Carmona). Del quichua yapana, añadidura. En quichua moderno yapa es algo que se da sobre lo que se debe. D. Daniel Granada considera vulgarísima la forma ñapa (Vocabul. rioplat.,
p.  262). Lo es de hecho, según parece, en Buenos Aires; pero, filológicamente hablando, no es una disparatada anomalía. Asimilando la y a la ll como líquida, ocurre a veces el cam- bio en ñ, permutación bastante rara por lo demás en nuestro lenguaje criollo. U. t. en Méx. Alipego en C. Rica, yapa o lla- pa en el Ec., Perú, Chile, Arg. En Col. (y a veces en la Arg). ñapa. ||NI DE ÑAPA! Ni por ésas!

ÑARAULÍ. Mimosa arenosa. Leguminosas. Planta baja, aguijonosa, con espigas de flores blancas. «Resplandecía el rústico pesebre bajo una preciosa arcada de ñaraulí florido y titilante, de aroma montaraz» (Urbaneja A., La bruja). Geog.

ÑÁURE. Pithecolobium sp. Esp. de planta sarmentosa.
«Sobre una pequeña colina se veía el carbonizado tronco de un ñaure cubierto aún de ceniza.» (Romero G., Peonía,


LISANDRO ALVARADO                                                                                     335

67). ||–«Leño muy compacto y nudoso; y por extensión se ha llamado así todo garrote o palo grosero, propio para re- ñir.» (Carmona). –«No anden haciendo bulla | con un cua- tro destemplao, | porque pueden tropezarse | con un ñaure encabullao.» (Copla popular, en Romero G., Peonía, 177).

ÑÉNGUERE. Especie de alcaraván. Cabeza relativamente voluminosa, con pintas menudas por encima; una lista blan- ca corre sobre ambos ojos y sobre ella otra negra inmediata que casi se toca con la opuesta en el occipucio; pico negro, algo deprimido, no mui largo; ojos grandes; iris amarillo, pupilas negras; aberturas nasales alargadas, ovales, opuestas lateralmente. Plumas de fondo gris con manchas negras en el medio, ribeteadas de amarillo sucio en la cabeza, lomo y alas; cuello y parte superior del pecho con pintas más me- nudas en un trecho que semeja un babero; pecho, vientre y parte inferior de las alas blancos; cola corta y puntiaguda; ti- bias verdosas; articulación tibio-tarsiana abultada; tarsos al- tos delgados, verdosos; patas con 3 dedos anteriores, cortos. Es ave de hábitos nocturnos; aliméntase con insectos, vocea como el alcaraván, domestícase fácilmente y se encuentra de ordinario en las sabanas, donde hace oír su reiterado grito al aproximarse un caminante. Hállase en Lara, Portuguesa y otros lugares del Bajo Llano, donde es común la voz.

ÑOCO. Privado o manco de algunos dedos. Us. en Marac. Cf. CHOCO.

ÑONGO, A. Fatídico, azaroso, de mal cariz. Lisiado, de- fectuoso. Ruin. –«Ser ñongo en el concepto de un alcaide es acercarse a un porvenir político que ya quisieran para muchos líricos» (Jabino, Crónicas ligeras). –«Qué ventaja tan grande es en la vida tener un mal carácter... ser bien ñon- go.» (Cabrera M., La guerra, 45). –«La fiesta está ñonga»



(Med., 74). –«A Gerardo se le atascó algo muy sospechoso en la garganta: un sin embargo que tenía muy mala cata- dura, unos puntos suspensivos harto ñongos.» (Picón F., Fidelia, 442). –«Yo hago negocio polque... en fin, franca- mente, polque usté me ha caido en gracia. Soy más ñongo pa meterme en estos negocios de arrendamientos!» (R. Ga- llegos. El último Solar, 236). Voz familiar.

ÑONGUÉ. Datura tatula. Solanáceas. Planta herbácea anual de tallo, ramos y pecíolos morados, alta de unos 3 pies; hojas ovales, lampiñas, sinuoso-dentadas; flores violá- ceas, cáliz y corola quinquedentados; cápsula erguida, cua- trilocular, erizada, de aguijones iguales, subulados, largos de 4 líneas: semillas numerosas lenticulares. Es medicinal (Ben., 67). ||–BLANCO. Datura arborea. De candida, se- gún Pittier. Sin. FLOR DE BAILE, F. DE LUNA. Planta de hojas aovado-oblongas, enteras, con pecíolos suavemente pubes- centes; cáliz cilíndrico, pubescente; corola grande, blanca, inclinada, con tubo cilíndrico y limbo de 5 lacinias mui lar- gas; anteras distintas. ||–MORADO. Es el ÑONGUÉ común.
||–DE MONTE. Lisianthus vasculosus.

ÑOPO. Ver YOPO.



O













OBIUBÍ. Nyctipithécus sp. «Mono nocturno de un color oscuro y la cara casi negra y muy triste; su cola tiene poco pelo. Está continuamente sentado con la cara entre las piernas, la cola enroscada alrededor del cuerpo y durmiendo todo el día.» (Cod., 158).

OBÓQUE. Especie de árbol indeterminado. Coro.

OCUMÍTO. Diminutivo de OCUMO; mas la especie parece ser otra. Geog.

* OCÚMO. Colocasia esculenta. Aráceas. Planta herbá- cea de hojas más o menos grandes, abroqueladas; rizoma tuberculífero, harinoso. Fécula bastante fina. –«Oqumos que es una rraiz como de caña y es gustosa.» (Relaciones geográficas, III, 81). Cr. kumo, ar. okum, lo mismo. Sin. TARO. Ref. Ben., Nº. 68. ||–Xanthosoma sagittaefolium.



Planta herbácea de la misma familia, de hojas sagitadas, no peltadas.

OCÚPE. Véase ACUPE, arriba.

OCÚPO. Cierto árbol maderable. Ref. Cod., 120.

OJO DE ZAMURO. Mucuna pruriens. Leguminosas. Planta voluble, de hojas trifoliadas; hojuelas de envés más o menos sedosas al terminal, mayor, romboidea, las latera- les oblicuamente deltoideas; flores en racimos elongados; corola purpurina o azul oscuro, con estandarte aovado y quilla provista de un pico cartilaginoso; legumbre oblon- go-lineal, corva, sin crestas trasversales, aterciopelada, densamente cubierta de pelillos prietos, rígidos, mui urti- cantes. Nombre alusivo a la forma y color de las semillas. Sin. PICAPICA. Ver SAMÚRO. Ref. Ben., 69.

ONOTÁR. Pintar con ONOTO. ||–Colocar con ONOTO la manteca de guisar.

ONOTÉRA. Saquillo lleno de ONOTO para ONOTAR las vian- das, a imitación del azafrán usado en Europa. ||–Saquillo en que sujetan el cabello las mujeres para ensortijarlo y ri- zarlo. Guárico.

ONOTÍLLO. Bixa upatensis. Árbol de 20 a 30 pies de al- to, mui ramoso, de flores más pequeñas que las del ONOTO, casi blancas; el fruto es una cápsula casi globosa, del tamaño de una avellana, de color verde oscuro, con 7-12 semillas en cada placenta. Crece en las cercanías de Upata (Grosourdy)
||– Vismia ferruginea. Bixáceas. Árbol de madera bastante compacta, de color amarillo rojizo; parece ser ella susceptible de un hermoso pulimento. «La corteza y el pericarpio de los



frutos contienen un pigmento rojo-amarillo, semejante a la gutagamba, y que penetra también en las plantas parásitas (v. g. Phoradendron) que vegetan a menudo sobre este ár- bol.» (Ernst, La Expos., 219, 243).

* ONÓTO. Bixa Orellana. Arbolillo de flores rosadas o blancas, cuyo fruto es una cápsula erizada de púas, dentro de la cual se hallan de 20 a 30 semillas en cada placenta, que es- tán envueltas en un pigmento rojo soluble en las grasas y usado en Venezuela a la manera del azafrán en Europa. «La planta llamada onoto sirve para su medicina, produciéndole efecto sedante para los dolores de cabeza y administrándose las hojas pegadas a las sienes.» (D. Mendoza, El llanero, p. 73.) Voz caribe y cumanagota: en gal. y tam. anóto, etcétera. Ref. Cod., 108. Geog.

ORIHUÉLO. Crotophaga major. SAMURITO. Parece ser una forma diminutiva de AURA q. v.

ORIMÁCO. Planta medicinal del Táchira. Cf. URUMÁCO.

ORIPÓPO. Cathartes (Oenops) Aura. Vultúridas. Ave ra- paz diurna, de cabeza desnuda, roja, con una protuberan- cia en el occipucio, y otra de la coronila a los ángulos de la boca; pico y tarsos relativamente cortos; ceroma prolonga- do sobre la fosas nasales, que son grandes y ovales; mitad superior del cuello desnuda y de color de carne; lo demás de él, así como el resto del cuerpo, de un color negro con vivo verdoso metálico; iris pardo oscuro; pico amarillo claro de cuerno, pies blanquizcos. Largo 78 cm, cola 26, brazas 164. Éste es el que dicen también Oripopo cabeza-colorada, co- mún en el país, para diferenciarlo del Oripopo cabeza- amarilla (C. Urubitinga), que habita en el Orinoco. –«Fué abandonado en unos cerros en los que pronto los zamuros



y oripopos hubieran estado de festín, si un desertor no lo llevara camino de las nativas sierras» (Urbaneja A., Casco de oro). Es voz tomada, según Ernst, del guaraní. Su nombre en esta lengua es irubúpirá (urubú colorado), o irubú-acabi- rái, según Azara. Sin. CATALUFA, CATALINEJA.

ORÓI. Pulex penetrans. NIGUA. Voz us. en Trujillo.

ORÓRE. Pithecolobium hymeneaefolium. Leguminosas. Árbol coposo, corpulento, de ramitos y pecíolos lampiños; hojuelas uniyugas, oblicuamente oblongas, lampiñas; estí- pulas aguijonosas; espigas mui densas, flores rosadas o blancas, pubescentes, pequeñas; legumbre linear; semilla rodeada de un arilo carnoso. Florece en febrero. Mala ma- dera. –«Produce una excelente goma y se sirven de él para dar sombra al café.» (Cod., 192). El orore del Zulia es el P. Ligustrinum (Pittier). –«El árbol designado para este reem- plazo es el orore, llamado también copete de paují y plu- maje de la reina.» (Díaz, I, 171). –«Señuelo de su copa en lozanía, | encendidos granates el orore | en mil estuches cría.» (Lazo M., Silva). –«Por el labio de promesas lleno, el orore su púrpura desgrana» (Id. Consuelo).–«He soñado | volar sobre tus labios tentadores, | pues tienen el color de los orores | que los besos del sol han sazonado» (Id., Cual orores maduros). –Del cum. orori, que Ruiz B. traduce
«espino». Sin. AHOGAGATO, PAUJÍ, PIQUIRGUA. El moruro
de Cuba es el P. filicifolium.

ORUMÁCO. Ver URUMÁCO.

ORÚMO. Myrcia cucullata. Mirtácea. ||–En Coro, el APA- MATE (?). Madera poco densa, pardusca o amarillenta mati- zada, del aspecto de la del PARDILLO. ||–En Marac. y Mérida, el YAGRÚMO. Véase YARUMO (Cecropia sp.).



ORÚMO MACHO. Oreopanax Morototoni.

ORÚRA. Myrcia acuminata. Mirtáceas. Arbusto de hojas opuestas, enterísimas, aovado-oblongas, bastante acumina- das, obtusas en la base, reticuladas, coriáceas, lustrosas, pu- bescentes en las nervaduras; panículas axilares y terminales, ternadas, ramosas, más largas que las hojas; cáliz cuatri o quinquefido, corola blanca; ovario apeonzado, bilocular, con lóculos biovulados. Portuguesa, Zamora. D. t. SARURA.

* OTÓBA. Myristica Otoba. Árbol de hojas alternas, dísti- cas, enterísimas, elípticas o trasovado-elípticas, sin estípulas, penninervias, con 12 a 15 nervios laterales en cada mitad, que hacia el margen se desvanecen; racimos axilares; flores dioicas, aterciopelado-leonadas, con perigonio trifido, lam- piño por dentro; estambres monadelfos; anteras 3, libres, erectas sobre un pezuelo común más largo; ovario libre, fruto carnoso, ovoide, agudo por ambos polos, pericarpio oleoso, arilo blanquecino. Produce una especie de nuez mos- cada dicho fruto. Es la otóva u otíva de los Tunebos. «Subiendo más alto (en el páramo de Chita), hallan los árboles que dán la Otova ó como dicen otros, Otiva Gum., I, 306. Ver también II, 230. –«Se encuentra en las provincias de Guayana, Cumaná, Mérida, Trujillo y Barquisimeto.» Cod., 109.

OTOMÍA. Tortura, tormento, molestia. Del azteca otomitl, se- gún Membreño. En otra parte hemos indicado que podría ser más bien corrupción del español «notomía».



P













PACURÉRO. Sideroxylon Pacurero. Sapotáceas. Ár- bol maderable. Oriente. D. t. PECURERO. ||–Pisonia inermis. Nictagináceas. Árbol silvestre. «Madera de poca dureza y bastante liviana; se dice sin embargo que sirve para cons- trucciones debajo del agua.» (Ernst, La Exp., 220). Sin. SALADO. La P. Pacurero es un arbolillo de hojas alternas o semiopuestas, pecioladas, elíptico-oblongas, agudas por am- bos cabos, enterísimas; flores corimbosas, de cáliz lampiño, verde, tubuloso-embudado; 8 estambres hipoginos con an- teras subglobosas, biloculares; ovario ovoideo, lampiño.

PACHÁCO. Capparis Pachaca. Árbol elevado, de hojas esparcidas, exiguamente pecioladas, simples, enteras, elíp- ticas o aovado-elípticas, obtusas, algo emarginadas, acorazo- nadas, coriáceas, lampiñas, lustrosas encima; flores terminales semiarracimadas, bracteadas; cáliz aorzado, cuatrifido; coro- la blanca con 4 pétalos trasovados; estambres numerosos,



anteras lineales, arqueadas; ovario largamente estipitado, más largo que los estambres; estigma sentado, grueso; fruto pén- dulo, tripolicar, subgloboso, unilocular, indehiscente, de cor- teza dura, verde; semillas numerosas, alojadas en la pulpa. Madera de poca dureza, de color claro, con anillos leñosos bien distintos y muchos poros en la parte anterior de cada anillo. Guárico, Anzoátegui. Ref. Ernst, La Exposic., 179.
–«Surgía un pachaco verde; golpeaba un pica-palo en un car- dón pelado.» (B. Vallenilla L., Guerra y fiebre). Ver AJICITO.

*  PÁICO. Chenopodium ambrosioides. PAZÓTE. Us. en el Táchira y en la Arg. –«Llámase esta yerba en la lengua del Perú Payco y en la mexicana Pazote(Cobo, I, 387).

PAICURÚCU. Passiflora sp. Véase Parcha, adelante. «El Paicurucu tiene la forma del alcaparrón y la flor es como la que llaman de la pasión; producenla unas matas seme- jantes a la de la balsamina, es comida gustosa, su médula es blanca y el sabor muy semejante al de la uba moscatel.» Ruiz B., Conv., § 5. –«La parcha, que los indios llaman pai- curucu, es parecida á una pera mediana, y algunas tienen fi- gura de alcaparrón; pero de poca médula aunque dulce y sabrosa. El arbolito que las produce es un bejuco, á quien po- demos llamar el rosal de la pasion, a quien se asimila en la flor, y se distingue enteramente en las hojas.» Caul., I, 3. –Del car. pashurúku, lo mismo. No parece usarse vulgarmente hoi en el Oriente. D. t. Guaicurucu.

PAJARÉQUE. Vocablo antillano, casi siempre usado en la expresión adverbial DE PAJAREQUE, para indicar una construc- ción, cubierta o no, en que el techo descansa sobre palos cla- vados en el suelo, y las paredes consisten en una armazón de madera englobada en barro y paja mezclados. –«Tanto la ca- sa como la cocina deben rodearse de pajareque.» (Díaz, I, 15).



–«Por ello colgaban siempre del jibado pajareque las ter- cerolas cargadas de guáimaros» (J. Santaella, Algo criollo).
D. t. BAJARÉQUE. «No impedirá el que en las parroquias de corta población y lugares de campo, se construyan casas de madera y barro, llamadas de bajareque.» (Reglamento general de policía, 1828; art. 279). –«Casa, que no es de mármoles pulidos sino de humilde bahareque.» (Díaz R. Sermones líricos, p. 155). U. t. en Hond. «En un expediente de tierras del año de 1763 leemos pajareque» (Membreño, Hondureñismos, en la voz). Lo mismo en Nic. (Barreto). Como las lenguas indígenas usan rara vez la b, nos inclina- mos a preferir la forma PAJAREQUE. En la acepción de en- tramado, pared de barro armado (ejemplo de Díaz), se usa rara vez. Bien se ve que las modernas construcciones de cemento u hormigón armado equivalen, mutatis mutandis, al tradicional PAJAREQUE.

PALCHUÁCA. Passiflora sp. pl. Especies de pasionaria o parcha, de fruto amarillo, que habitan en las montañas de Mérida. Modificaciones de PALCHA o PARCHA. Ref. Pic., 261.

*  PALTA. Fruto del aguacate. «Las paltas al revés son ca- lientes y delicadas.» (Ac., IV, 24). –«La palta (dice el P. Cobo) se llama así en la lengua general del Perú, que en la mayor parte de las Indias la nombran aguacate, que es el nombre que le dan los indios de la Isla Española.» Hist., II,
20. –Del quichua pallta, lo mismo. Voz poética en Venez.

PALTO. Persea gratissima. AGUACATE. –«Es el palto árbol grande, y bien hecho, y de buena copa, y su fruta de la figu- ra de peras grandes.» (Ac., IV, 24). Voz desusada en Venez.

*  PAMPA. Llanura, dehesa. Del quichua cusquense pampa, llanura, campo, campiña. Voz poética en Venez. A veces se



la emplea en sentido estricto, como sinónimo de sabana; pe- ro es bueno advertir que las voces pampa, sabana, pradera, estepa, etcétera, indican aspectos peculiares de las llanuras, tan distintos geográficamente, como los distintos aspectos de los desiertos árabes o africanos, que por lo mismo tienen numerosas denominaciones especiales en cada país.

PANÁQUE. Nombre dado a varios peces de agua dulce, de los géneros Chaetóstomus y Plecóstomus, familia de los Silúridos, de cabeza abultada, boca inferior casi circular, cola bifurcada y color generalmente pardo. Hai diferentes especies,
v.g. Ch. nigro-lineatus, de Calabozo; Ch. cirrhosus, del Túi;
Ch. gymnorhynchus, S. Esteban; Ch. mystacinus, Caracas;
P. plecostomus, Valles de Aragua. El Cochliodon plecosto- moides, de la fam. de los Loricáridos, también llaman PANA- QUE en los valles de Aragua. –«El zambo dió un salto patrás que ni panaque.» (Cabrera M., Mimí, 56). Cf. CORRONCHO.

PANÉQUE. Zanthoxylum ochroxylum. Bosúa. Us. en el Or. Ref. Cod., 116, 120.

*  PAPA. Solanum tuberosum. Patata, tubérculo bien cono- cido. Voz quichua, usada igualmente en España, y tomada en dondequiera como nombre del producto más que de la plan- ta misma. ||–DE AÑO. Especie o variedad anual de la patata, de color amarillento o violáceo. –«Más ricos que el pan mis- mo parecían los plátanos hartones, los provocativos apios, la yuca blanca como el algodón, y las inmensas papas de año cocidas con hollejo y todo.» (Picón F., Fidelia, 223).

PAPÁRO. Ave acuática del Zulia. Geog.

PAPARÓTE. «Ave del tamaño del turpial, de plumaje co- lor de ceniza por encima, y amarillo muy claro por debajo,



y cuyo canto es un silbido. Es pájaro insectívoro.» (Pic., 263). Quizá el GARRAPATERO.

*  PAPÁYA. Fruto del PAPÁYO. Sin. LECHOSA. Ref. Ov., I, 323; Cobo, II, 15.

PAPAYÍTA. Fruto del PAPAYÍTO.

PAPAYÍTO. Carica cauliflora. Pasifloráceas. Arbolillo sil- vestre de tallo simple y hojas quinquelobas, cuyos lóbulos ma- yores son pinatífidos y puntiagudos; flores en corimbos simples, no axilares, sino dispuestos a lo largo del tallo; fruto oval, del porte de una manzana, algo puntiagudo. Solamente la semilla, o más bien su envoltura, es comestible. Tanto es- ta especie como la C. microcarpa crecen en la zona cálida. Sin. TAPACULO.

*   PAPÁYO. Carica Papaya. Pasifloráceas. Árbol de tallo simple, no leñoso, sin ramificaciones, alto de 15 a 20 pies, en cuyo vértice nacen las hojas largamente pecioladas, mui gran- des, palmadas, septenlobas, lampiñas, sin estípulas, con lóbu- los pinatífidos, puntiagudos; flores en corimbos apanojados, axilares grandes, monoicas o dioicas (de que proviene la dis- tinción vulgar de macho y hembra); fruto oblongo, amelona- do, largo de 6 a 10 pulgadas, amarillo, comestible. Del tronco y hojas llora un jugo lechoso o látex amargo, que contiene pa- paína, por lo que se usa, mezclado con agua, para ablandar carnes duras y escabechadas. Las hojas se emplean en lugar del jabón para blanquear encajes, muselinas y zarazas. Las semillas son vermífugas. Del car. kapáda, cal. abábai, tam. mapáya. Sin. LECHOSO. Ref. Cod., 100; Ben., 72.

*  PARAGUATÁN. Condaminea tinctoria. Rubiáceas. Árbol de 20 a 25 m de alto, de que se saca una hermosa madera



rosada, compacta, susceptible de pulimento, propia para eba- nistería. Su corteza da un tinte rojo. «Los trastes, en número de diez y ocho, van incrustados en el cuello del instrumento y fuertemente adheridos con gomas resinosas extraídas del ár- bol de paraguatán.» D. Mendoza, El llanero, p. 17. Del tam. Parauatáni, lo mismo. Sin. CUCHARO. Ref. Cod., 99.

PARAMÁN. Moronobea montana. Gutíferas. Árbol de unos 100 pies de altura, corpulento, coposo, de hojas simples, alter- nas, lanceoladas, penninervias, lampiñas, cortamente peciola- das; flores de color de escarlata, en cimas umbeliformes. Pittier cree que este árbol es la Symphonia globulifera. Madera pro- pia para la construcción civil. Produce una resina amarilla del mismo nombre (paramán o peramán), empleada en Guayana para calafatear barcos. En ch. y cum. paramái, en acavayo paramáni. En cal. balámani significa alquitrán o pez. En arec. piramang es resina de copéi. Voz afín de MÁNI y MÉNE,
q.  v. D. t. PERAMÁN (Gum., II, 116; Gilii, I, 180). Codazzi es- cribe de ambos modos (o. c., 118, 621). «Peramán, lacre pare- cido al nuestro que fabrican de cera negra, y otras resinas que en ella derriten a fuerza de fuego.» Gum., II, 116, 2da. ed.

*  PARAPARA. Semilla del PARAPARO, usada como juguete por los niños. –«Tembladores visajes en las tierras | pupilas ardorosas, | cual vivo cabrilleo en las pequeñas | pulidas pa- raparas» (L. Churión, Matinal). «El escogido fue un pastor de algunos veinte años, moreno, robusto, lampiño, los ojos pequeñitos y negros como dos paraparas.» (R. Blanco F., Dramas mínimos, 151). Voz geog. ||CAFÉ EN PARAPARA. Llá- mase así el fruto desecado del café, provisto aún de la cás- cara. –«Llamamos café trillado el no descerezado y secado con su concha, o como también decimos, en parapara.» (Díaz, I, 175).



*    PARAPÁRO. Sapindus saponaria. Árbol elevado y frondoso, como de 60 pies de alto, con hojas de 4 a 5 pares de hojuelas desiguales, elípticas, tomentosas debajo; raquis anchamente alado; panojas pubescentes, flores blanquecinas; fruto o carpidio globuloso, del grosor de una cereza de color amarillento sucio o algo pardusco, semillas esféricas, negras, lisas. La pulpa viscosa y amarga del fruto se usa en lugar del jabón. Madera fuerte, flexible, resistente, no mui pesada.
–«Luégo se irán a anidar en lo más oscuro y reservado de los paraparos en flor.» (Cabrera M., Mimí, 181). Parapara, según Tauste, significa en chaima palma de COROZO: la se- mejanza del fruto en ambas plantas explicaría la homonimia. Ref. Cod., 106; Gros., II, 391.

PARÁPE. Especie de tortuga y la concha que produce, pa- recida al caréi. Costas orientales.

PARATÚRE. Árbol de Guayana. Madera preciosa, propia para construcción naval. Hai dos variedades más: PARATÜRE DE REBALCE Y P. DE TIERRA FIRME. Ref. Cod., 120.

*  PÁRCHA. Passiflora sp. pl. Pasionaria. Género de plan- tas herbáceas o subfrutescentes, de tallo trepador provisto de zarcillos, flores solitarias, a veces reunidas, cáliz monosépalo, corola con 5 pétalos distintos; disco aorzado, rodeado de filamentos, ginóforo terminado por el pistilo, ovario con 3 estilos; fruto carnoso o corticoso, comestible. Los nombres botánico y español de estas plantas aluden a la semejanza que se ha creído ver entre sus órganos florales y los objetos del su- plicio de Jesús el Ungido: disco, ginóforo, estilos y zarcillos representarían corona de espinas, lanza, clavos, látigos. FLOR DE LA PASIÓN llamáronla los misioneros. –«Tendida para la fresca parcha | en enramadas de verdor lozano, | cuelga de sus sarmientos trepadores | nectáreos globos y franjadas flores.»



(Bello, Silva). «Del verde mogote en la cimera | Abre su flor simbólica la parcha» (Lazo Martí, Silva). D. t. PALCHA, en Occ. ||–GRANADILLA. Passiflora quadrangularis. Pasionaria de tallo cuatrialado, fuerte, ramosísimo, largo de 15 a 20 m; hojas enteras, pinatinervias, lampiñas, aovadas, mucronadas, algo ondeadas; flor grande, morada; baya crecida, larga de hasta 15 pulgadas, oblonga o elíptica, lisa, comestible. Cul- tívase en la zona cálida. –D. t. GRANADILLA, a secas. –«La flor de granadilla es tenida por cosa notable: dicen, que tie- ne las insignias de la Pasión, y que se hallan en ella los cla- vos, la columna, los azotes, la corona de espinas y las llagas, y no les falta alguna razón, aunque para figurar todo lo di- cho es menester algo de piedad, que ayude a parecer aquello; pero mucho está muy expreso, y la vista en sí es bella, aun- que no tiene olor. La fruta que da llaman granadilla, y se co- me, o se bebe, o se sorbe, por mejor decir, para refrescar: es dulce, y a algunos les parece demasiado dulce.» (Ac., IV, 27). Granadilla también trae Solórzano (Política indiana, vol. I,
p. 12); pero de ordinario decimos PARCHA GRANADINA O PAR-
CHA DE GUINEA. –«Eduardo Real lo imitó, entreteniéndose en contemplar las desvanecentes coronas que el humo de su cigarro iba formando bajo el verde y sombroso toldo de la troje de parchas granadinas que se rendía al peso de sus olo- rosos frutos.» (R. Gallegos, Un místico). «La gran parcha que vulgarmente llamamos parcha de Guinea por su origen no fue conocida en Venezuela hasta principios de este siglo, y se propaga en todas las temperaturas, especialmente en la zona cálida» (Díaz II, 181).

PARCHITA. Passiflora caracasana. Especie de pasiona- ria de fruto esférico, amarillo, corticoso, de sabor agrada- ble. Crece en lugares fríos, montañosos. La P. ligulata es otra especie. Ref. Cod., 116. ||–AMARILLA. Passiflora ligu- laris. Arbusto trepador de hojas enteras, pecioladas, esti-




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